quarta-feira, 25 de junho de 2008

Exigências Fisiológicas de Formas jogadas (Parte I).

Expresso o meu agradecimento aos autores, Dr. Marco Cardinale e Dr. Vicenzo Manzi, pela autorização de publicação deste artigo neste espaço.

Este interessante estudo, a partir da monitorização da frequência cardíaca durante o treino, classificou diferentes tipos de exercitação com base na resposta cardiovascular dos atletas.

"Entrenamiento Especial para Equipos de Balonmano: Demandas Fisiológicas de Ejercitaciones Jugadas"

Marco Cardinale (1), Vincenzo Manzi (2).
(1)Olympic Medical Institute, Northwick Park Hospital, Harrow.
(2)Universiti di Roma Tor Vergata, Facolta di Medicina e Chirurgia.

INTRODUCCION

En un artículo previo sobre el rendimiento en el Balonmano hemos analizado las demandas fisiológicas del Balonmano y hemos destacado las características intermitentes del juego. El Balonmano es de hecho un juego rápido que requiere de la repetición de movimientos de alta intensidad en base a situaciones técnicas y tácticas. El acondicionamiento físico para los equipos de Balonmano debería caracterizarse por actividades acíclicas llevadas a cabo en ejercitaciones intermitentes para maximizar las mejoras específicas. El principal error que cometen la mayoría de los entrenadores es asignar la responsabilidad de la preparación física de sus jugadores a preparadores físicos que la mayoría de las veces provienen de otros deportes. El resultado característico de dicho error es ver a los jugadores de Balonmano corriendo en la pista durante la temporada competitiva y realizando ejercitaciones y actividades de acondicionamiento que no son relevantes para sus demandas competitivas. Un jugador de Balonmano entrenado no es aquel capaz de correr 1000 metros en la pista más rápido que cualquier otro. Un jugador de Balonmano entrenado es capaz de jugar Balonmano a un ritmo rápido (en posiciones defensivas y/o de ataque) durante todo el juego. Un jugador de Balonmano entrenado es aquel capaz de tomar buenas decisiones tácticas rápidamente durante todo el partido. Desafortunadamente, las características mencionadas previamente no pueden ser mejoradas en la pista o en el campo de atletismo, sino que solo pueden mejorarse planeando y periodizando cuidadosamente ejercitaciones jugadas en las cuales la toma de decisión es el componente principal.
En particular, durante la temporada competitiva, los jugadores de Balonmano pasan la mayor parte del tiempo realizando ejercitaciones específicas del Balonmano. Solo a través de la optimización de estas ejercitaciones y la alternación de sus intensidades será posible mantener y/o mejorar el acondicionamiento específico para el juego.
Por lo tanto, ¿cómo máximizar las sesiones de entrenamiento para el Balonmano? Obviamente entendiendo las demandas fisiológicas de las ejercitaciones propuestas y manipulando el volumen y la intensidad a través de la temporada competitiva. Una aproximación muy simple puede representarse por medio de la utilización de monitores de la frecuencia cardíaca durante las sesiones de entrenamiento para poder clasificar las ejercitaciones en base a las respuestas cardiovasculares de los jugadores.

Descripción del Método

Durante el ejercicio, la frecuencia a la cual el corazón late (frecuencia cardíaca, HR) se incrementa para cubrir la incrementada cantidad de oxígeno que demandan los músculos activos. Cuanto más intenso es el ejercicio, más rápido late el corazón. Los avances tecnológicos en el monitoreo de la HR han hecho posible que los deportistas y entrenadores registren y guarden datos de la HR durante los entrenamientos para subsiguientes análisis. Una vez que se han registrado los datos de la HR es posible analizar la intensidad de diferentes ejercitaciones y sesiones de entrenamiento. Antes de esto, es necesario definir la HR máx. y los diferentes niveles de intensidad con los cuales seremos capaces de cuantificar cada una de las sesiones de entrenamiento. La HR máx. puede determinarse a través de la realización de un esfuerzo máximo o de un test de aptitud física, tanto en el laboratorio como en el campo. El mejor método y a la vez el más fácil para calcular la frecuencia cardíaca máxima (HR máx.) es utilizar la ecuación 220-edad. Londeree y Moeschberger (1982) indicaron que la HR máx. varía mayormente con la edad, y que la relación no es lineal. Estos investigadores sugirieron una formula alternativa, 206.3 - (0.711 * edad). Similarmente, Miller et al. (1993) propusieron la formular 217 - (0.85 * edad) como una formula adecuada para calcular la HR máx.
Una vez que se ha establecido la HR máx., se pueden identificar los siguientes niveles de intensidad:

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