El balonmano en la E.S.O: una propuesta de enseñanza através de los juegos con normas (Parte VII)

3.4. El diseño de situaciones practicas

El diseño de las actividades o situaciones practicas debe tener como punto de partida una elaboración del listado de normas que se ajusta a la realidad del juego del Balonmano y que se dirija de forma coherente a la consecución de unos objetivos claramente definidos.
No obstante, consideramos que el profesor debe cumplir 3 requisitos fundamentales para llevar a cabo de forma eficaz esta propuesta.
· En primer lugar, el profesor debe conocer perfectamente el Balonmano, de tal forma que sea capaz de distinguir aquello que es importante de lo accesorio y en consecuencia pueda planificar y dirigir el proceso de enseñanza-aprendizaje, introduciendo las variantes de juego en cada momento, seleccionando los contenidos específicos y en definitiva, planteando una progresión de dificultad ajustada las características de los alumnos.
· Relacionado con lo anterior, el profesor deberá conocer las características psicoevolutivas de los niños, su grado de maduración, el nivel de experiencias previas adquiridas y su capacidad para poder diseñar y regular el proceso de asimilación de contenidos.
· Y por ultimo, el profesor deberá también conoce la metodología, los principios didácticos, los fundamentos que definen los estilos de enseñanza y en definitiva las características propias de un proceso de intervención que debe guiar al alumno hacia la adquisición de los aprendizajes o capacidades previamente definidas.
Para Blázquez (1995) el diseño de cualquier situación motriz viene dado por la definición de sus dos componentes esenciales: las condiciones del entorno (condiciones para la praxis) y su objetivo motor.
Estas condiciones del entorno hacen referencia a la definición de una serie de características que determinan las condiciones de realización de la actividad y la relación entre los distintos elementos de la misma, en base a los cuales puede desarrollarse el juego (formas de consecución de un tanto, uso del balón, delimitación espacial y temporal, acciones técnico tácticas permitidas...)
Es lo que nosotros hemos denominado, en base a nuestro planteamiento, condiciones reglamentarias.
Por otro lado, el objetivo motor hace referencia a aquel elemento que se pretende alcanzar con la definición de esas condiciones de practica. Nosotros hemos adoptado el término objetivo táctico ya que tales condiciones del entorno o reglamentarias están dirigidas hacia el aprendizaje de los fundamentos o conceptos básicos relacionados con la táctica del Balonmano.
De esta forma, podríamos decir que el diseño de situaciones practicas vendría definido en un primer momento por la determinación de las condiciones reglamentarias así como los objetivos tácticos a alcanzar:
Situación motriz = condiciones reglamentarias + objetivo/s táctico/s
No obstante, la incorporación de nuevas variantes que modifiquen las condiciones iniciales de juego deben permitir, por un lado, reorientar la actividad hacia la consecución de los objetivos tácticos definidos, o en su caso, dirigir la actividad hacia los nuevos objetivos una vez alcanzados los anteriores.

Fig. 2: Elementos que configuran el proceso de enseñanza aprendizaje.

Nos adentramos, por lo tanto, en un proceso que tiene como finalidad que los alumnos adquieran una comprensión básica del juego cimentada en el conocimiento de los conceptos y fundamentos tácticos del Balonmano a través de un proceso guiado que solicite su participación activa en la resolución de los problemas motores planteados.
Todo ello concretado en una intervención didáctica que esta en consonancia con los principios de actuación que marcan los nuevos planteamientos de la Reforma (aprendizaje significativo, constructivismo...)
Una vez diseñada una situación motriz o un conjunto de situaciones, el siguiente paso será definir una serie de elementos que facilitan su puesta en practica.
Esto supone determinar aspectos tales como:
· Las condiciones materiales
· Las instalaciones disponibles paran la practica
· El tiempo asignado para la practica
· Observaciones sobre las situaciones planteadas
· Etc.
En definitiva, para facilitar el proceso de puesta en practica, será necesario construir una hoja de registro donde se detallen de forma sistemática y operativa, las características propias de la actividad, esto es, las condiciones para llevar a la practica.